El regreso de las vacaciones puede ser un momento complicado no solo para los humanos, sino también para nuestros amigos caninos.

Los perros, al igual que las personas, pueden experimentar una especie de “depresión postvacacional” debido a los cambios en sus hábitos veraniegos.

Durante las vacaciones, los perros suelen disfrutar de más tiempo con sus dueños, practican más ejercicio y pueden seguir unas rutinas menos estrictas, pero el regreso al día a día habitual puede causarles estrés y ansiedad.

Algunos de los síntomas que pueden presentar incluyen:

  • Aletargamiento y falta de apetito: pueden parecer menos activos y mostrar menos interés en la comida.
  • Tristeza e irritabilidad: pueden mostrarse más tristes o irritables de lo habitual.
  • Ansiedad por separación: la vuelta a la rutina puede hacer que los perros se sientan ansiosos cuando se quedan solos, lo que puede inducir comportamientos destructivos como morder o arañar objetos.

Esta situación es relativamente normal, ya que los perros tienden a habituarse a las rutinas, pues les proporcionan seguridad. Por tanto, los cambios pueden confundirles y generarles estrés.

Esto unido a la reducción de la actividad física puede hacer que se encuentren con un exceso de energía que no pueden canalizar adecuadamente.

No todos los perros ni todas las razas responden de igual manera a estos cambios. En algunos casos, su propio carácter más dependiente hace que sean más sensibles que otros antes este tipo de situaciones.

La inquietud que se plantea a los responsables de los perros ante este problema es qué hacer para minimizar estos síntomas y facilitar el regreso a la normalidad tras el verano.

Los consejos generales básicamente van encaminados a hacer la transición entre el periodo vacacional y la rutina diaria de forma progresiva para que el perro vaya habituándose paulatinamente.

Una buena dosis de ejercicio físico, y ¡mental!, siempre es adecuada para nuestras mascotas, y más especialmente en este periodo de transición post vacacional.

En este sentido, el uso de juguetes específicos desarrollados para perros, como los de nuestra gama RUCAN, sin duda son una gran ayuda para estimular la actividad física y a la vez desafiar a su mente, contribuyendo a facilitar un tiempo de calidad de interacción con nuestras mascotas.

Además, los juguetes RUCAN, al estar fabricados con caucho natural, permiten que los perros los mastiquen de forma segura, contribuyendo con ello a aliviar el estrés y la ansiedad.

No hay que olvidar por otra parte reintroducir gradualmente la rutina de paseos y de comida para que el perro se acostumbre de nuevo a la normalidad.

Y cómo siempre, ante pautas extrañas o problemas que se prolonguen en el tiempo tras el periodo estival, nuestro consejo es que consultes a un veterinario.